Plena Inclusión Madrid

Las habilidades sociales han de trabajarse en el entorno para que aumentar sus posibilidades de éxito

Las habilidades sociales han de trabajarse en el entorno, y partiendo de la preferencia de la persona, para aumentar sus posibilidades de éxito. Esa es una de las claves que indica Paula Villena, integrante de Inclusión Madrid TEA y terapeuta de la Asociación Astea Henares, al hablar de su proyecto “Grupos ESEN (Grupos de Experiencias Sociales en Entornos Naturales) que lleva funcionando desde 2014 con el impulso de la Obra Social La Caixa y del que forman parte 23 personas con TEA que trabajan en seis grupos.

Según Paula Villena,  este proyecto surgió de la propia valoración realizada profesionales y familias sobre la intervención que tradicionalmente venía realizándose para el desarrollo de habilidades sociales. El análisis establecía que muchas veces, los grupos que venían trabajando en esta cuestión quedaban alejados de la realidad social de la persona, retrasando su avance el hecho de trabajar en entornos artificiales. En este mismo sentido, se consideró que era necesario tener en cuenta las exigencias del entorno y las necesidades de las propias familias. Comentarios habituales tales como “Sí, con vosotras lo hace pero cuando vamos al parque parece que se le ha olvidado todo» o rasgos conocidos y que son nucleares en el Trastorno del Espectro del Autismo como las dificultades para la generalización de aprendizajes,  es lo que llevó a Astea Henares a cambiar su modelo de intervención.

De esta manera, los grupos ESEN  se conforman teniendo en cuenta en primer lugar las preferencias de la persona, ya que se parte del principio básico de que no hay motivación para la relación social si se carece de bienestar emocional. Además, se tienen en consideración los perfiles de las personas con quienes se trabaja: puntos fuertes y necesidades, así como motivaciones e intereses específicos.

A día de hoy, existen 6 grupos de 23 personas con TEA a lo largo del Corredor del Henares que se reúnen semanalmente, estableciendo los objetivos de manera conjunta (cuentan todos con una programación de objetivos individuales y de grupo): personas atendidas, terapeutas y familias. Las actividades que se realizan para fomentar las habilidades sociales se llevan a cabo en contextos naturales: parques, supermercados, tiendas, restaurantes, etc, de tal manera que se posibilita la puesta en práctica de habilidades entrenadas tanto en la intervención individual (que es necesaria para participar en un ESEN), como  en el propio grupo.

Es decir se abordan tanto necesidades personales, como de interrelación en el grupo siendo prioritarios objetivos referidos a cognición social,  habilidades conversacionales, resolución de problemas, toma de decisiones en grupo o las  habilidades de autonomía entre otros.